lunes, 20 de julio de 2009

Así nació el Deconstructivismo.

En 1988 los arquitectos Mark Wigley y Phillip Johnson organizaron, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, una exposición que mostraba las obras de Peter Eisenman, Frank Gehry, Zaha Hadid, Coop Himmelblau, Rem Koolhaas, Daniel Libeskind y Bernard Tschumi. En el ensayo que acompañó la exhibición, Wigley escribió que el punto en común de estos arquitectos es cómo perturban nuestra manera de pensar sobre la forma, construyendo edificios inquietantes que explotan el potencial desconocido del Modernismo. Así nació el Deconstructivismo.
El Deconstructivismo es una corriente arquitectónica que se originó combinando las bases teóricas de la Deconstrucción y las gráficas del Constructivismo y Futurismo rusos. La deconstrucción es un método que se popularizó gracias al filósofo francés Jacques Derrida, que amplía el término creado por Martin Heidegger, hasta convertirlo, dicho de manera simple, en una forma de leer o abordar la filosofía y literatura. El principal enunciado de esta teoría es que los diferentes significados de cualquier texto se pueden descubrir si se descompone la estructura del lenguaje que está siendo usado, ya que las palabras arrastran conceptos, procesos históricos y metáforas que se asocian automáticamente a ellas. La deconstrucción proclama que la palabra o signo, debe liberarse de todos esas ataduras, que no hay nada más en un texto que su envoltura retórica, es decir, se propone la posibilidad de que los textos literarios no tengan sentido. Es importante tomar en cuenta que la deconstrucción no dice ser una filosofía, ni un tipo de crítica literaria: se diferencia de la primera porque no explora la posibilidad del conocimiento, sino que su intención es investigar las posibilidades de los sistemas conceptuales de la filosofía. El Constructivismo y futurismo tomaban como elementos primarios las formas geométricas simples, especialmente la barra rectangular y la cuña triangular, además del cuadrado y el círculo. Los diseños de estas corrientes dan la impresión de ser dibujos técnicos, ingenieriles. Sin embargo el deconstructivismo no retoma el purismo ni la filosofía socialista de estos movimientos. La primera intención del movimiento es romper con las famosas reglas del Modernismo: la forma sigue la función, debe haber pureza de forma y se debe respetar la honestidad de los materiales. Sin embargo, está de acuerdo con él con que son inaceptables las referencias históricas. Esto separa el deconstructivismo del Post modernismo, que hace eco de estilos pasados, y que vuelve a emplear la decoración en sus construcciones. Para los deconstructivistas la geometría era lo que el ornamento era para los post modernistas: se enfatiza por medio de la complicación, y esta complicación se traslada a la función, la estructura y el espacio. De hecho, se llega a cuestionar la funcionalidad de los edificios, la arquitectura es considerada un lenguaje capaz de comunicar significado, por ello es que pueden aplicársele métodos de filosofía lingüística. El mejor ejemplo de este proceso es cuando los arquitectos toman un arquetipo, ya sea un elemento del edificio o la tipología de la construcción, que sea reconocible por cualquiera, y la deforman. Se pueden mencionar tres ejemplos de este fenómeno: la casa de habitación de Frank Gehry es considerada una de las primeras obras del estilo. Toma la típica casa suburbana y todo lo que representa, y juega con ella alterando sus volúmenes y planos, utilizando materiales que son destinados generalmente a usos “menores” como la malla ciclón, para poner en tela de juicio nuestros prejuicios. Lo pobre es el ingenio del arquitecto, no el material.
Gehry también diseñó el Museo de Diseño Vitra. En este proyecto deshace el cubo de las galerías de arte modernistas de una manera que remite al cubismo y expresionismo abstracto.
En el Centro Wexner para las Artes Visuales, Eisenman toma un castillo y le hace una serie de cortes. A pesar de que está regido por una retícula ortogonal, alguna de las columnas que se encuentran en ella no tocan el suelo, contradiciendo claramente la función que deberían tener. Esta es la forma en que Eisenman juega con el famoso símbolo de la columna, un contraste a la manera cómo lo hace el racionalista Aldo Rossi, en el bloque de viviendas.
Los edificios conmemorativos deconstructivistas han sido muy populares, resaltan el Museo Judío en Berlín de Libeskind; el Monumento a los Veteranos de Vietnam de Maya Lin y el Monumento a las víctimas del Holocausto de Eisenman.Por supuesto, esta corriente es tan popular como criticada. Muchos la consideran un arte elitista, por el hecho de que no es fácilmente comprensible por el usuario convencional y es cara de construir; otros la ven como una exploración formal sin impacto social. A medida que ha ganado popularidad, muchos de sus arquitectos han querido distanciarse de la etiqueta de deconstructivistas para no ser encasillados; tampoco es seguro que actualmente conserve la base filosófica que lo creó, prácticamente queda sólo la estética. Algunos críticos se preguntan sobre el tipo de influencia que va a tener en las nuevas generaciones esta arquitectura que le da la espalda al pasado sin ofrecer valores alternativos; lo tildan de visualmente agresivo a los sentidos, de no insertarse o respetar el contexto.Pero lo que se debe recordar al ver un edificio deconstructivista es que su intención primaria es hacer preguntas, desarrollar nuestro sentido crítico, no dar respuestas. Es una búsqueda, empujar las fronteras de las construcciones tradicionales, desafiar la gravedad, la verticalidad. La arquitectura no tiene que parecer nada, es sólo arquitectura, así como las palabras ya no poseen significado. Aunque uno no esté familiarizado con los conceptos de caos controlado, o la forma sea inquietante a primera vista, la idea es que un proyecto deconstructivista nos haga replantearnos las bases sociales de su existencia, funcionalidad y apariencia.

QUÉ ES EL DESCONSTRUCTIVISMO COMO POSTURA FILOSÓFICA?…

La cuestión de la desconstrucción tiene que ver con una cuestión de traducción, Derrida adopta el término Heideggeriano Destruktion que significa una operación desarrollada sobre la estructura. 1 Sin embargo, el innegable acento Heideggeriano que el tema de la desconstrucción tiene en Derrida no tiene que ver solamente con el asunto de la traducción; sino que se plantea la intención de romper una ontología del “presente”, o de la “presencia” con un juego y sentido del lenguaje.

En efecto, el tema de la desconstrucción es un tema Heideggeriano que está ligado al cuestionamiento del logos, del racionalismo occidental. La desconstrucción tiene que ver con el intento por re-anudar, de esta retrospección que nos aproxima de nuevo a la cuestión del ser o a la esencia de algo. Así puede volverse una forma analítica.

Derrida se apoya en general a esta visión de Heidegger que parte de la estipulación metafísica, ontológica y teológica de los conceptos en búsqueda del ser de las cosas; aunque su desconstrucción se apoya específicamente sobre el tema de la escritura y su gramatología.

La desconstrucción implica: “Desmontar / desmantelar las jerarquías que han mantenido los discursos occidentales basados en la metafísica” 2. Esta busca una ruptura / indicio en el discurso que permita desmantelar la jerarquía, en donde la indeterminación debe ser la regla, busca el desequilibrio. La desconstrucción muestra y permite el juego dentro del mismo discurso, y pone en entre dicho la verdad del mismo.

¿ EL DESCONSTRUCTIVISMO EN LA ARQUITECTURA….

El deconstructivismo es la “perfección violada”, en el, la forma pura ha sido alterada, distorsionada, interrumpida, retorcida, la deconstrucción no es demolición o disimulación únicamente, “...es la habilidad para alterar nuestras ideas sobre la forma...”(1), se cuestiona la forma pura llevando la estructura hasta sus límites pero no más allá de ellos. Exhibe ciertas cualidades de la forma tradicional de la que emergen, obtiene toda su fuerza del desafió a los valores existentes de la armonía, la unidad y la estabilidad, proponiendo una visión diferente de la estructura que se agita pero no se cae, solo se la lleva al punto en que empieza a ser inquietante.
Se deja de lado las formas puras y tradicionales de la arquitectura para abrirle paso a la arquitectura de ruptura, dislocación, deflexión, desviación y distorsión, más que de demolición, desmontaje, decadencia, descomposición o desintegración. En ocasiones las formas pueden dejar ver esqueletos estructurales retorcidos y aparentemente inestables, esqueletos que rompen con las formas distorsionándolas, la forma es en si misma distorsionante, pero que no destruye la forma. “...es como si la perfección siempre hubiese contenido la imperfección...”.
La arquitectura deconstructivista no solo se manifiesta en la estética de la forma exterior, sino que altera, distorsiona y se incorpora a la estructura interna.
“Il n’y a hors du texte”
Sin embargo, en la arquitectura deconstructivista, la ruptura de la forma pura resulta en una complejidad dinámica de condiciones concretas que es mas congruente con la complejidad funcional. Las formas son alteradas primero, y solo entonces dotadas de un programa funcional. La forma no sigue a la función, sino que la función sigue a la deformación.
El deconstructivismo no se define como un nuevo estilo arquitectónico, no viene a ser un nuevo “ismo” sin embargo, a pesar de cuestionar las ideas tradicionales sobre la estructura, estos proyectos son rigurosamente estructurales y a pesar de cuestionar la retórica funcionalista del movimiento moderno, cada proyecto es rigurosamente funcional.
Consecuentemente, estos proyectos pueden ser considerados fuera de su contexto teórico habitual.
Al no definirse como un nuevo estilo, el deconstructivismo va más allá de unos
cuantos arquitectos, es un punto de encuentro entre arquitectos que construyen edificaciones inquietantes, donde alteran un conjunto de ideales culturales de gran arraigo, y rompen con la tradicional idea del orden, armonía, estabilidad, y unión. Sin alterar necesariamente la cultura, el arquitecto anula las tradiciones formales para liberar un cuerpo extraño.

“...lo característico en la arquitectura es la perfección violada...” Jacques Derrida.

1 Botero, J.J. “IDEAS Y VALORES. DERRIDA Y LA CASI – DECONSTRUCCIÓN DE LA FENOMENOLOGÍA”. Revista Filosófica. Dpto. de Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia. http://www.icfes.gov.co/revistas/ideasval/iu106/index.html 2001.
2 Urioste Carmen “SPA 545 DECONSTRUCCIÓN. CONCEPTOS DE LA CRÍTICA LITERARIA”. http://www.public.asu.edu/ 2000.

5 comentarios:

  1. Muy claro y concreto el articulo. Buen aporte.
    Saludos.

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  2. estupendo tu articulo, me galopaba el corazón mientras me bebí las letras. Buenisímo! Felicidades y mil gracias.

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  3. Yeah! Esta información sobre el deconstructivismo en arquitectura es lo que necesitaba, gracias por compartir.

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