miércoles, 22 de julio de 2009

El vacío


Pabellón de Aragón de Olano y Mendo

Deus deu a forma. Os artistas desformam. É preciso desformar o mundo: Tirar da natureza as naturalidades.......................................Manoel de Barros 1

Para Lacan, toda arte se caracteriza por un cierto modo de organización en torno del vacío y el verdadero sentido de toda arquitectura es el hecho de estar precisamente organizada alrededor de un vacío 2, lo que difiere son las modalidades de configuración de este vacío, según las épocas.
Durante miles de años el tratamiento fue a través de las formas ideales, las formas cerradas y las delimitaciones, buscando la “correcta” resolución de la relación piso-pared-techo. Mas recientemente, el siglo XX nos permitió escoger cualquier sistema constructivo y cualquier tecnología, sin que ella debiesen obedecer a los requerimientos de la arquitectura del pasado.
En este sentido, la historia de la arquitectura también puede ser vista como el proceso de paulatino “afinamiento”, desmaterialización y “fragilización” de la pared a lo largo del tiempo, pasando del muro espeso de la pirámide, la fortaleza y el castillo, al mas estrecho de la iglesia y después del palacio renacentista, hasta llegar a la piel fina dl “curtain wall” 3 contemporáneo, con la concomitante separación de lo soportante (estructura) y lo soportado (la piel frágil) 4.
El concepto de composición elaborado en este siglo, por su vez, permitió pensar el muro como algo reducido a un “plano vertical”, y el piso y el techo pasando a ser considerados “planos horizontales”; el espacio interior fue pensado como algo continuo y tridimensional, donde las diferentes funciones (usos) se disponían de forma libre e interrelacionada, pero manteniendo su independencia.
Es de la primera mitad de este siglo la concepción de un extenso espacio democrático homogéneo 5; aunque todavía de carácter euclidiano.
En relación con la organización en torno del vació en el campo de la arquitectura, lo que nos interesa destacar aquí es la característica de borde de este vació, de esta frontera, de este umbral; esta condición de transición, de pasaje (tanto cuanto posible, sin solución de continuidad) entre un “interior”y un “exterior”. Donde la constitución de este borde materializado por el muro o la piel, define la manera de poner en evidencia ese espacio. Pero es necesario diferenciar entre el vacío y el efecto de espacio según Jean-Michel Vapperau 6, refiriéndose a la necesidad de introducción de un vacío no euricliniano sino topológico; un vacío que no se mide. De acuerdo con él, topológicamente hay dos formas de estructuración espacial: el entrelazamiento y el nudo. El lazo opera sobre la base de la oposición lleno-vacío, exterior-interior, figura-fondo, centro-periferia, etc. El nudo tiende a hacer desaparecer estas oposiciones, permitiendo espacios poli céntricos, ajerárquicos, doblados, redes o rizomas 7 posibilitando composiciones de coherencia diferenciada y variación en las intensidades, estructuradas según una topología conectiva dentro de un campo coherente.
En el dominio de la arquitectura verificase un creciente interés por la utilización de sistemas espaciales basados en una lógica formal compleja, donde predominan deformaciones y heterogeneidades que cuestionan la espacialidad estática, la homogeneidad de magnitudes y la constancia de la forma en el tiempo, que en su momento caracterizaron los métodos de composición tradicionales.
Lo que nos interesa es la creación de condiciones para poder operar con vacíos en lugar de sólidos (como es de praxis todavía en el campo de la enseñanza de la arquitectura) y permitir la emergencias de espacios más activos, interactivos, activados, tanto internamente cuanto en relación al contexto.
Existen vacíos con carácter de figura (las figuras de la topología por ejemplo) que posibilitan producir figuras sin fondo, dándole prioridad al espacio en lugar de la forma. Para poder salir del perfil y de la composición, para salirse del marco, del enfrentamiento entre el fondo y la figura, se necesita encontrar un modo de hacer una figura sin fondo. Los algoritmos auto generativos son mecanismos para vectorizar el tiempo y el espacio, un recurso para materializar vacíos a través de dibujos asistidos por computador. En la arquitectura generalmente producimos formas por la modificación de condiciones existentes de figura-fondo. Lo que aquí nos interesa es como, a partir de determinados condicionantes (programa de actividades, lugar, contexto) podemos identificar un conjunto de cosas dadas y luego, a través de ciertos mecanismos, hacer con que se muevan, que se estructuren, que se anuden, que encuentren su propio modo de ser en el espacio.
La idea de trabajar el vacío en el campo de la arquitectura se relaciona con lo intersticial y apunta hacia la producción de un objeto arquitectónico (esto es, un objeto que tenga una interioridad, una posibilidad de “uso” y que sea también capaz de representar esta función) que se desvencije tanto cuanto posible de la complicidad con una forma de pensar el espacio de matriz cartesiana, buscando precisamente “abrir espacio” para la inscripción de otros significantes capaces de operar un desplazamiento del sentido en la dirección del agujerear, excavar, doblar, deformar, desestabilizar, mover, espaciar, desdibujar, y también, deslegitimar y desterritorializar.
Así, podemos pensar la función de borde como lo que permite modelar, configurar, formalizar el espacio, o sea, partir no del sólido sino del vacío, y extender el efecto configurador al sólido, por contaminación. Por eso es el contorno lo que interesa modelar mas que el sólido mismo; el sólido es de esta forma una derivación del modelado del vacío, como demuestra Lacan 8 a partir de Heidegger, en relación con el cántaro, cuya especificidad está precisamente en su ser como vaso: ser capaz de contener el vacío que contorna; el vacío, el hueco, es lo que hace al cántaro, o sea, su borde. El cántaro no existe antes, es el vacío que lo crea y al mismo tiempo limita. Esto significa, como Lacan nos apunta, que el vacío es un exterior que está presente en el interior.
Esculpiendo el vacío entre dos superficies puede ser concebido a partir de un corte, de una escisión, produciendo como resultado una unidad estructurada como un vacío central en relación con una masa periférica, donde las relaciones entre las partes no presenten condiciones de subordinación de sus diferencias esenciales. A través de la inflexión de las superficies se controla el modelado del vacío, que no es ni exterior ni interior.
El corte ha sido siempre una de las bases tradicionales para la determinación de la relación sólido-vacío en arquitectura, junto con la rotación, la compresión y la tensión. Por otro lado,

si la planta es el lugar donde tradicionalmente se determina el orden de la composición (mediante el ordenamiento, la disposición de las funciones) , el corte es el mecanismo por el cual se canaliza el deseomediante el tratamiento del espacio y su cualificación, a través del manejo de la luz, posibilitando distintas sensaciones, distintas formas de ser afectados. La sección conecta siempre con la luz y esta nos conduce y nos sorprende. Esto es arquitectura;
el pasaje de un espacio a otro, de uno bajo y comprimido a otro muy alto y con entradas de luz que nos inebrian, que nos deja en suspensión. Pero el corte puede ser manipulado para permitir regular la transición interior-exterior produciendo un efecto intranquilizador, desestabilizador, no apaciguante, desafiando los hábitos establecidos y obligando a una percepción no distraída (en el sentido de Walter Benjamín) 9 de la arquitectura, de la estructuración espacial. El recurso a la utilización del corte concebido como “caja dentro de la caja” constituye un mecanismo para capturar espacio trabajando el intersticio, el “entre dos superficies”, creando una condición de contorno compartido. Lo intersticial concebido como vacío dentro de otro vacío, como una superposición de espacio dentro del espacio, lo define como matriz de fuerzas y sentido y crea una densidad cuya condición es el movimiento. Es este “espacio del entre”, no sometido ni a las leyes de la utilidad ni a las de la semejanza, el que se convierte en potencialmente expresivo, capaz de adquirir nuevas significaciones y de permitir nuevas articulaciones entre interior y exterior, posibilitando transiciones continuas.
Para posibilitar un desplazamiento de los términos de esta relación, es necesaria la negación de los métodos tradicionales de proyectar basados en la función y el significado, aunque sin negar su presencia en el objeto.
De acuerdo con Lacan 10 “si un edificio nos solicita es porque, por metafórico que sea, el está bien hecho para recordarnos lo que diferencia la arquitectura del edificio: sea una potencial lógica que ordena (la arquitectura) mas allá de lo que el edificio soporta de posible utilización. Así, ningún edificio, salvo que se reduzca a una choza, podrá prescindir de este orden que lo emparenta al discurso. Esta lógica no se armoniza con la eficacia sino para dominarla y su discordia no es, en el arte de la construcción, un hecho solamente eventual”.
Lo que viene a colocar claramente una distinción entre aquello que “funciona” y aquello que posee una elaboración formal consistente (potencia lógica ordenadora), que en el campo de la arquitectura es un acto de carácter estructurante que presupone una pulsión estética. Así, no se trata solamente de imponer un orden, de “organizar”, de disponer las cosas según una cierta lógica funcional y después darles un “tratamiento” estetizante. En el contexto en el que estamos hablando, la elaboración arquitectónica consiste en la configuración del vacío por sus bordes, en esa escenificación que significa el ocuparse de modelar algo que no es necesariamente ni interior ni exterior sino solo, y precisamente, un borde lo, pero comandado por una intencionalidad estética que debe sobreponerse a la demanda, esto es, a la función.
Y es la materialidad de este borde lo que fue perdiendo masa, perdiendo espesor a lo largo del tiempo y paralelamente ganando una maleabilidad casi absoluta pues hoy la tecnología permite viabilizar cualquier forma en el espacio. Entre los varios materiales contemporáneos de alta maleabilidad, (Kevlar, láminas de titánico, de aluminio, de acero inoxidable, etc.) es el vidrio laminado transparente (que al contener una película interior de cristal líquido polarizable permite transformar una superficie en opaca) el que ofrece enormes posibilidades expresivas y permite componer agregados sensibles cuya belleza se sustenta en la sensual insinuación del contenido que sólo se revela en forma parcial. Esto vidrios templados termo endurecidos resumen en 10 a 20 milímetros de espesor lo que anteriormente necesitaba de gran masa para poder ofrecer aislamiento térmico, acústico, resistencia a armas de fuego,etc.
Junto con la disponibilidad tecnológica, las técnicas de dibujo computadorizadas posibilitan calcular la posición de todos los puntos de un cuerpo en el espacio, lo que en principio, hoy torna construíble cualquier forma y cualquier espacio. Pero que sabemos y podemos comprobar en nuestro entorno construido, no basta existir esta disponibilidad en potencial, necesario ponerla en acto, “actualizarla” en cada intervención proyectual, lo que demanda instrumentos conceptúales adecuados para poder pensarlos, articulando forma y concepto en el mismo movimiento.
Hoy en el campo de la arquitectura es necesario conquistar una operatividad crítica capaz de sacarla de su dependencia de las “fuerzas del mercado” y abrir camino para la instauración de una práctica no tan dependiente de las necesidades productivas y de los medios de legitimación corriente o dominante. De lo que se trata entonces es de revelar potencialidades latentes mediante afiliaciones con conceptos, modelos y procedimientos tomados de otras disciplinas, como referencia para describir procesos complejos.
El compromiso con la investigación es una forma de práctica crítica como oposición a la mera producción arquitectónica. La aproximación al psicoanálisis y la topología permite mirar de un modo diferente la propia actividad en nuestra disciplina, creando mejores condiciones para superar los modos tradicionales de diseñar basados en la producción de funcionalidad y efectos arquitectónicos seductores. Funcionan en este sentido las superficies topológicas 11 bien como los diagramas tomados del campo de la ciencia 12 tales como los de catástrofes, fractales, ondas solitón, cristal líquido, entre otros, que permiten visualizar disponibilidades y correlaciones para la generación de nuevas relaciones formales y espaciales.
Por este motivo, una nueva articulación entre textualidad, proceso de formalización y sistema de representación, constituye una alternativa para la emergencia de una nueva sensibilidad, como base de nuevas emociones emanando de las propias estructuraciones. Permite concebir en consecuencia una otra interioridad para el espacio arquitectónico, basada en las dimensiones afectivas del espacio, esto es, en la aptitud para influir física y emocionalmente, demandando tanto la mente cuanto el cuerpo (y el ojo) para su compresión. -Jorge Mario Jáuregui








Manuel Cerdá Pérez
aym house - Valencia

Bibliografía
1-As Lições de R.Q. , Livro Sobre Nada, Manoel de Barros, Editora Record, Rio de Janeiro- São Paulo, 1996,
2-L`Éthique de la Psycanalyse, Livre VII, Le Seminaire, Jacques Lacan,
3-esta expresión significa “cortina de vidrio” y en arquitectura se refiere a las fachadas del período “moderno” constituídas por superfícies contínuas de vidrio en edifícios en torre, principalmente de oficinas,
4-La Piel Frágil, Iñaqui Ábalos y Juan Herreros, FAU Montevideo, Septiembre de 1996,
5-A Alternativa Pós-contraditória, Jorge Mario Jáuregui, Revista AU Arquitetura e Urbanismo N 53, pag. 93, 1994,
6-Introduction à l`ardu vide, Jean-Michel Vapperau, biblioteca de la Letra Freudiana, Rio de Janeiro,
7-Mille Plateaux (capitalisme et schizophrénie), Gilles Deleuze et Félix Guattari, Les Editions de Minuit, París, 1980,
8-Seminário de la Identificación, Jacques Lacan, inédito,
9-que considera la arquitectura como arte caracterizada por una recepción-percepción distraída,
10-A la mémoire d`Ernest Jones: sur sa théorie du Symbolisme, Écrits, Jacques Lacan,
11-Curso de Lógica y Topología, Delia Elmer, Letra Freudiana, Rio de janeiro, 1998,
12-L`invention des Formes, Alain Boutot, Editions Odile Jacob, París, 1993,
Zeitgeist:en alemán, “espíritu de los tiempos”, término frecuentemente usado en textos de História del Arte como referéncia al conjunto de hábitos económicos, sociales y culturales própios de una época.Sobre la Zeitgeist contemporánea, ver “Na Direção do Novo : por uma Arquitetura-Arte”.

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