jueves, 2 de junio de 2011

Morfogenerador y Segmentación: Centro Cultural Gabriela Mistral

CONTEXTO HISTÓRICO
Este edificio, como ningún otro, ha sido un actor relevante durante un período de nuestra historia reciente que se caracterizó por la polarización ideológica, política y la división social. El edificio se construyó como obra símbolo del “hombre nuevo” durante el gobierno de Salvador Allende y acto seguido, posterior al golpe de estado, se transformó en la sede de gobierno del régimen del General Pinochet, encarnando el “Poder Total”.
Es así como durante las últimas tres décadas, desde el punto de vista de la ciudad, este edificio ha permanecido enrejado, cerrado y custodiado según los requerimientos de seguridad que requería una sede de Gobierno y posteriormente el Ministerio de Defensa de cuatro Gobiernos. Esto ha llevado a que no haya sido un edificio querido, ni por unos ni por otros y haya tenido una biografía un tanto “bipolar”.
El Edificio original se diseño y construyo en tiempo record. Como estrategia, los arquitectos concibieron una gran cubierta, de dimensiones monumentales para posteriormente ir instalando bajo ella los recintos que el programa iba definiendo durante la construcción de la obra. Desde un inicio el impacto urbano fue profundo, ya que se instalaba un enorme edificio de proporciones horizontales que por un lado prácticamente se posaba sobre la acera de la avenida principal de la ciudad y por el otro invadía un barrio de pequeños edificios de destino residencial con un carácter un tanto afrancesado.
Un incendio el 5 de marzo del 2006 en el sector Oriente del Edificio y que destruye completamente la Gran Sala plenario para 2.000 personas lleva al Gobierno a tomar una decisión respecto de su futuro y llama a un concurso Internacional de Arquitectura en donde se presentan 55 propuestas entre las cuales nuestro proyecto obtuvo el primer lugar.








PROPUESTA URBANA
Desde el punto de vista urbano la forma de enfrentarnos al problema no fue desde el edificio mismo sino desde su entorno, es decir, el pedazo de ciudad que lo circunda y con el cual no se relaciona desde hace muchos años. Por lo tanto lo primero que nos interesó fue la manzana, sus edificaciones y sus alternativas de espacio público. Nuestra estrategia de proyecto nos llevó a definir cuáles eran sus posibilidades para la ciudad y luego el edificio simplemente se amoldó a un diseño urbano que a nuestro entender re-fundaba la relación del lugar con su contexto convirtiéndose en exactamente todo lo contrario de lo que es hoy. En esa dirección las palabras de Jean Nouvel nos hicieron mucho sentido: “Un edificio contemporáneo en un sitio o proyecto existente es exitoso en la medida en que es capaz de realzar lo que lo rodea al mismo tiempo que se realza con lo que lo rodea”.
Desde el punto de vista técnico-expresivo, nuestra propuesta es simple en el sentido de que toma las ideas y cualidades arquitectónicas del proyecto original y las reinterpreta libremente de forma contemporánea para la construcción de un nuevo programa para el edificio.
Las principales ideas que rescatamos son cuatro, pero se pueden fundir en un único concepto de “transparencia”. Estas son: la apertura hacia la ciudad y sus relaciones urbanas a través de una gran cubierta con volúmenes sueltos bajo ella; la creación de nuevo espacio público; la apertura del edificio a la comunidad con la incorporación de programa comunitario; y la legitimación del proyecto a través de la incorporación de la mayor cantidad de agentes sociales en la configuración de un nuevo referente para la ciudad.
Nuestra propuesta no es otra cosa que segmentar este gran trazo urbano original en tres edificios de menor escala que tienen la capacidad de articular un conjunto de nuevos espacios públicos.



APERTURA Y TRANSPARENCIA
Optamos por transparentar y proyectar parte de la diversa y nutrida vida interior del edificio hacia el exterior. De alguna forma mostrar las actividades y sus protagonistas hace participar también al resto que están en la ciudad.
El edificio se hace un actor relevante en la promoción y difusión de lo que sucede en su interior y además desde el punto de vista urbano es un regalo a la ciudad a la cual provee de nuevos espacios públicos de calidad, cubiertos y equipados. Un edificio destinado a las artes y la cultura debe siempre tener diversos grados de transparencia y compartir y hacer partícipe no sólo a sus usuarios directos sino que también a la comunidad en su conjunto representados en los ciudadanos que utilizan nuestra ciudad y su espacio público todos los días.

En un contexto donde no es posible mostrarlo todo (ya que dentro del edificio existen un número importante de salas destinadas a espectáculos) el desafío es saber que mostrar y de qué manera. En este sentido los diversos grados de transparencia se concretan a través de un sistema de fachadas que van gradualmente desde lo totalmente abierto y transparente a lo totalmente opaco y cerrado.
Estas salas destinadas a las artes escénicas se visualizan en el proyecto como “cajas o recipientes” donde en su interior se despliegan la música, la danza y el teatro. Desde fuera no vemos que pasa en su interior, pero imaginamos, presentimos que sucede algo importante. La esencia de una sala de artes escénicas es que debe estar absolutamente desvinculada de la realidad exterior para poder crear una realidad propia. Se apagan las luces, se hace la obscuridad, se hace el silencio y sólo en ese momento se puede comenzar a desplegar la fantasía, una nueva realidad. La obra ha comenzado.





PROGRAMA Y ORGANIZACIÓN DEL EDIFICIO
Horizontalmente, el edificio se organiza en base a tres volúmenes o ‘edificios’ que contienen y representan las tres principales áreas del programa. Estas son, en el mismo orden que los edificios, de Poniente a Oriente: El Centro de Documentación de las Artes Escénicas y la Música (Biblioteca); Salas de Formación de las Artes Escénicas y la Música (Salas de Ensayo, Museos y Salas de Exposición) y la Gran Sala de Audiencias (Teatro para 2.000 personas).
Estos tres edificios desde el nivel del espacio público están separados y pueden ser perfectamente rodeados por el peatón para un mejor aprovechamiento del programa, pero en los niveles inferiores están todos conectados conformando los tres un solo edificio. Los espacios de separación entre ellos se transforman en plazas cubiertas que son los principales espacios públicos entregados a la ciudad y que invitan a los ciudadanos a ocupar un edificio que de cierta forma se funde con ella.
Los dos primeros volúmenes al Poniente corresponden a la remodelación del edificio existente que sobrevivió al incendio mientras que el volumen restante al Oriente (La Gran Sala de Audiencias) es una Obra nueva.
Verticalmente, el programa dentro de cada uno de ellos convive y se relaciona a través de halles de triple altura desde donde es posible ver el programa y orientarse dentro de cada edificio. Estos halles se relacionan directamente con cada una de las plazas de manera que son una extensión de éstas. Esto se reafirma aún más con utilización de un mismo pavimento tanto al interior como al exterior y con una solución estructural que evita los elementos estructurales verticales en este cerramiento logrando un alto grado de transparencia.
DISEÑO Y MATERIALIDAD
Los principales materiales que conforman el edificio son todos posibles de encontrar en el edificio original y pensamos que hay cinco elementos de diseño que vale la pena resaltar: El uso del acero corten, el hormigón armado a la vista, el cristal, el acero y la madera. Todos no sólo pensados como materiales a usar como extraídos desde un catálogo sino que siempre llevados al límite de su expresividad.
El uso de acero corten fue el nexo perfecto entre pasado, presente y futuro. Siendo un material noble, alejado de las soluciones “pre-pintadas” y de las imitaciones, está presente en el edificio original y nosotros tratamos de llevarlo al límite en el nuevo usándolo como revestimiento de fachada, cielo y pavimento. Se ha aplicado perforado, liso, plegado y natural, explorando sus posibilidades como material y maravillándonos con su nobleza y cualidades sobre todo en el tiempo. Este revestimiento, que es mayoría en nuestras fachadas, se alterna con el cristal de muros cortina y grandes ventanas siguiendo dos juegos básicos y varios secundarios. Los dos básicos son: el acero corten perforado es la piel del edificio que trata de cubrirlo todo, pero cuando existe un programa al interior que merece ser visto desde el exterior éste se interrumpe dejando aparecer un volumen de cristal que devela un interior fascinante. Es el caso de la Sala de Ensayo de Danza, la Sala de lectura de la Biblioteca y de algunos halles del edificio. El segundo juego es que la aparición de las cajas de cristal deforma la piel de acero corten produciendo pliegues en ésta que cambian totalmente la forma en que la luz cae sobre las fachadas. Combinando estos dos juegos se crea un curioso tipo de espontaneidad en el diseño que nos permite aspirar a futuras relecturas.
El pavimento del proyecto es uno solo, tanto en interiores como en las plazas exteriores donde se le han hecho aplicaciones de acero corten en franjas de 10 x 120cms de forma aleatoria.

Fuente: Plataforma Arquitectura Link